Buenos Tiempos Aquellos

Por Luis Carlos Tenorio Herrera

Yo nací en Cali y me crié en Cali y cambie de colegios dos veces, tuve amigos en todos lados pero todos teníamos algo en común y era q la familia era el comienzo de todo. No había dramas porque las situaciones se cortaban de raíz, y borrón y cuenta nueva.

 

Si te portabas mal te daban un chancletazo o varios, jajaja) y si te ponías malcriado te reventaban la boca. Los niños no discutían con sus padres, los padres eran la ley. Los primos eran tus hermanos y los compañeros del colegio tus primos, los profesores eran modelos; y no se les faltaba el respeto.

 

Me enseñaron a saludar, a despedirme, a decir gracias y a pedir permiso y a entender el lenguaje de los ojos.

 

Salíamos a jugar  con los vecinos de la cuadra(los  vecinos de antes) todos juntos, era toda una aventura, nos subíamos a los árboles a coger guayabas, mangos y jugabamos a la comidita y la casita. Asistíamos a los reinados que hacían nuestras amigas y asistíamos a los bautizos de las muñecas de las de la cuadra y jugamos al bate y fabricabamos carros de balineras.

 

Comíamos lo que nuestras madres cocinaban y PUNTO! Comimos arroz con pollo, frijoles, lentejas, pollo con papitas fritas, había un carrito de helados que con su música llamaba a los que estaban cerca para que compraran (cuándo se acercaba el primer adulto al carrito terminaba comprándole a todos los niños de la cuadra . Y ni se diga de las panochas cuando pasaba la carretilla pregonando... pan pan pan, las paletas de agua, el peto, las alegrías  y el raspao!

 

 Jugamos a: Simón dice, la botella, trompo, escondite, la peregrina, a brincar la cuerda, la lleva, stop, (destreza motora gruesa), zapatico, que pase el rey, a los jazzes  (desarrollábamos destreza motora  fina) y otros. Podíamos caminar de arriba para abajo o nos montábamos en nuestras bicicletas Monareta o Chopper (el que la tuviera) patinabamos e íbamos a casa de un vecino  amigo.

 

No teníamos miedo a nada y respetábamos a nuestros ancianos. Se nos enseñó el respeto por los demás y por la propiedad ajena.

 

Como niño, no se hablaba si un adulto estaba hablando. Si alguien tuvo una pelea, fue una pelea de puños. Los niños no teníamos armas cuando crecimos, excepto revólveres de palo o de fulminantes para jugar de vaqueros! En Carnavales echábamos Maizena y tirábamos bolsitas de agua con nuestros amigos y no había ningún problema.   Cómo gozábamos!

 

Cuando se hacía de noche sabíamos que era hora de entrar, con un chiflido de nuestro papá,  Nos encantó ir al colegio porque teníamos amor, cariño y respeto por los profesores y teníamos dicha de ver a nuestros compañeros que hoy son  nuestros grandes amigos! ...y nadie  le faltaba el respeto a un profesor.

 

Miramos a nuestro alrededor, de la boca de nuestros ancianos escuchábamos historias y consejos porque sabíamos que si le faltábamos el respeto a algún adulto nos darían una nalgada, un correazo, un cocotazo y con el rejo de Martín Moreno, la chancleta o con la mano, una pela.

 

Cuando pasaba un avión, todos los niños salíamos a verlo y le gritábamos a voz en cuello: Adiosssss Adiosssss  " Jejejejeje... Ni se diga de bañarse en un aguacero,  en los chorros eso era diversión pura.

 

Nos metíamos a la casa de nuestros vecinos y la mamá nos daba comida a todos, nadie cogía nada sin permiso y no se hacía tanto desorden porque siempre nos ponían a recoger. Conocíamos a todos los de la cuadra y todos nos echaban ojo

 

Cómo  quisiera que pudiéramos volver a esos tiempos porque estamos perdiendo a nuestros hijos en una sociedad sin respeto a la autoridad, la compasión y sensibilidad por los demás.

 

 

No olvides de dónde vienes!

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